martes, 9 de agosto de 2016

Estados Unidos parece irreconocible en estas elecciones

Un extranjero en Estados Unidos”, una nueva serie escrita por Declan Walsh, un corresponsal de The New York Times, aporta una mirada extranjera al proceso electoral estadounidense. El objetivo: descifrar qué está pasando y qué significan estas elecciones para nuestros lectores en distintas partes del mundo. Algo parece andar muy mal en Estados Unidos, pero ¿qué es? Hace poco asistí a las convenciones republicana y demócrata, donde se vivieron momentos dramáticos que no estaban en el libreto (indignación, escotes y testimonios conmovedores) y que ya son típicos de la inusualmente polarizada carrera presidencial de 2016. Y no es solo porque los dos candidatos principales, Donald Trump y Hillary Clinton, ofrezcan recetas totalmente distintas para Estados Unidos, sino porque sus seguidores también están divididos. Durante las convenciones se hicieron evidentes los cismas entre grupos rivales de republicanos y demócratas, pues las facciones rivales no dejaron de abuchearse y burlarse unas de otras. Una grieta más se abrió cuando Khizr Khan, un inmigrante musulmán cuyo hijo murió durante una misión militar en Irak, hizo una apasionada crítica de Trump que emocionó a la audiencia de la convención demócrata. El sentido testimonio de Khan, y la respuesta desatinada de Trump, resonó en las conversaciones de todo el país durante varios días.
Ahora, a menos de 100 días de las elecciones, las campañas amplían su alcance para llegar a quienes muy probablemente decidirán el resultado: los electores indecisos e independientes. ¿Qué determina su elección? ¿Qué temas definirán el resultado final? En esta serie, Un extranjero en Estados Unidos, tengo la intención de franquear la tormenta de arena política y desenterrar algunas historias que pongan al descubierto la esencia de estas insólitas pero trascendentales elecciones. Cuento con mucho material, en gran medida gracias a Trump y su fuente inagotable de comentarios. Pero eso no quiere decir que la tarea sea fácil: entre otras cosas, el éxito de la nada ortodoxa campaña de Trump es una señal de los cambios que experimenta la sociedad. “Te compadezco”, me dijo un amigo estadounidense. “Porque justo ahora todos nos sentimos como extranjeros en Estados Unidos. Nos cuesta trabajo reconocernos a nosotros mismos”. Durante las siguientes semanas, exploraré los estados que serán campos de batalla y puntos de inflexión en el cambiante mapa político de Estados Unidos. Al iniciar esta jornada, con toda humildad pido su ayuda: ¿qué los confunde, frustra o maravilla acerca de estas elecciones? ¿A dónde creen que debo ir, o con quien debería hablar? ¿Qué me estoy perdiendo? Los lectores internacionales quizá encuentren reveladoras comparaciones con sus propios países. Algunos tal vez conozcan alguna historia o hayan descubierto algo que pueda ayudarnos a comprender qué sucede. Más que nunca, estas elecciones en Estados Unidos están conectadas con tendencias mundiales de gran alcance: la creciente frustración que causa la globalización, sentimientos de nacionalismo y xenofobia que van en aumento, la creciente popularidad de políticas rígidas que buscan cerrar fronteras y construir muros. En el pasado, Estados Unidos ha sobresalido por su inquebrantable e incondicional optimismo. Si, como algunos temen, esa actitud se va desvaneciendo, tal vez estas elecciones ayuden a determinar qué sentimiento o tendencia lo remplazará. En realidad, todas las preguntas podrían resumirse en una sola: ¿qué factor moldeará las decisiones que tomen los estadounidenses el 8 de noviembre? Los invito a compartir sus preguntas, ideas y comentarios; o, si lo prefieren, solo acompáñenme en este recorrido.

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